miércoles, 15 de octubre de 2008

La singularidad como objetivo del quehacer historiográfico

¿Para qué estudiar historia? Podría considerarse como una pregunta muy personal, sobre todo existencialista en personas que de alguna manera la Historia hace presencia como una posible opción de una dedicación, o en personas que ya han emprendido su caminar en esta disciplina.
Un segundo cuestionamiento es ¿Qué estudia la historia? Ambas preguntas se puede considerar como cuestionamientos personales, con interés de conocer más la disciplina y son preguntas que desarrolla la propia Historia científica, lo cual significa que en medio de este quehacer hay un autocuestionamiento o autoevaluación de su objetivo; esto con el fin de poder seguir siendo una ciencia que pueda ofrecer algo en el presente.
Hoy en día se puede hablar de muchas formas de hacer Historia, por ejemplo: una Historia positivista, una Historia constructivista, etcétera; y dentro de estas una gran variedad de ramas. Así mismo, gracias al estudio Historiográfico de la Historia ha demostrado que en diferentes momentos se ha hecho diversas Historias como: la Historia como maestra de vida, la Historia como ciencia y la Historia como comunicación o presentista.
En la mayoría de las personas aún se tiene presente la Historia como maestra de vida, es decir; aún se cree que el pasado enseña o sirve para tener un “mejor” mañana. Así también aun se cree que la Historia es una disciplina que revive el pasado o que rescata los sucesos del pasado objetivamente. Por tanto, en la actualidad se sostiene que el trabajo de la Historia tiene que ver la construcción de un discurso de algún objeto o hecho importante, en donde se establece la relación presente-pasado, contexto y objeto; así lo que se obtiene no es la verdad objetiva del pasado, sino una construcción del pasado a partir de una necesidad en el presente.
El hacer Historia tiene que ver en la relación entre el producto historiográfico y el lugar de producción. Si queremos responder la pregunta sobre el estudio de la Historia, se podría responder que, es una ciencia que estudia la singularidad, la historia no es el conocimiento objetivo del todo. En el mundo del siglo XXI con la globalización es imposible, pero la globalización y el estudio científico de la Historia pueden hacer posible este estudio de lo particular. Un estudio en donde el ser humano pueda encontrarse en la singularidad, pero sobre todo con el otro.
Entonces se puede afirmar que la Historia no es universal, tampoco existe una sola, sino muchas. Con la globalización, en donde al parecer sería imposible saber y sobre todo hacer un trabajo de distinción entre singularidades culturales, étnicas, gustos, etcétera, es un escenario que permite encontrarse con la otredad, pero es un encuentro no para apoyar la idea de unicidad, sino de reconocer al otro que es diferente.


1 comentario:

Priscilla H. H. dijo...

Sería aún mejor decir, a los otros que son diferentes, porque el otro no existe tampoco como unicidad.