miércoles, 10 de septiembre de 2008

1968 y Michel de Certeau


La función social de la historiografía


“Retornar al mayo de 1968 con Michel de Certeau” fue el tema de la conferencia de Luce Giard en la Cátedra Michel de Certeau 2008 titulado 1968: la toma de la palabra; organizado por el Departamento de Historia de la Universidad Iberoamericana los días 3 y 4 de septiembre de 2008. Luce Giard, especialmente habló sobre el quehacer histórico en tiempos de crisis o en acontecimientos como en 1968 y que mejor ejemplo con la obra y vida de Michel de Certeau.
Luce Giard comenzó desarrollando el contexto de Francia antes del acontecimiento, en donde se refirió a una Francia próspera, cuya escolaridad había aumentado, en donde la iglesia católica había sido afectado por el Concilio Vaticano II, por tanto reflejaba una esperanza hacia el cambio. Pero, lo que desencadena el suceso en 1968, es que el aparente cambio que se venía no llegó, según Luce Giard lo que caracterizaba la vida pública de ese tiempo fue el aburrimiento.
Lo interesante de esta charla es presentar la función social de la historia, y como un historiador después del suceso intenta hacer una historia diferente, no para contar el o los relatos que describen tal acontecimiento, sino en buscar una respuesta de lo ocurrido.
La toma de la palabra es una colección de ensayos analíticos que se refieren al acontecimiento del 1968 en Francia, Michel de Certeau escribió sobre este tema, como ya se mencionó, no para describir el acontecimiento o para dar alguna respuesta del porque colectivo, sino mas bien fue para tratar de encontrar respuestas a sus propias dudas. El trabajo de M. de Decerteau según Luce Giard fue una necesidad particular en la cual comenzó a usar un método que le llamó la irreductibilidad de la conciencia.
El objeto de hacer historia desde esta perspectiva, Luce Giard propone que es para reflexionar, solucionar y enfrentar los problemas del presente. Al parecer la gran pregunta de Michel de Certeau en la cual forma su trabajo histórico fue ¿cómo reparar? refiriéndose al acontecimiento, dicho trabajo del historiador se convierte en una obra con función social, cuya principal labor es reflexionar y comprender.

1 comentario:

Priscilla H. H. dijo...

¿Será la función social del historiador la de reflexionar y comprender o la de hacer al otro reflexionar y comprender?