miércoles, 26 de noviembre de 2008

El Método Sentimental ¿logrará forjarse como nueva propuesta?

Dentro de los círculos de historiadores hay figuras que tienden a destacarse por sus posturas, ya sean contrarias o en pro a ciertos estándares; es muy común ver a una persona que pensó algo en un momento, y que se tienda después a postularlo como “padre” o “referencia” obligada a ciertas ideas, por ejemplo Karl Marx como precursor del socialismo; Diderot, Voltaire y Rousseau como eminencias de la ilustración, etc..
Hayden Whyte es uno de esos casos de personas que son recordadas por polemizar sobre algunos conceptos considerados “canónicos” en la investigación histórica de principios del siglo XXI; en este caso, Whyte es recordado porque propuso una alternativa para explicar la naturaleza de la historia, proponiéndola como ligada mayormente a la literatura, haciendo esto en un momento en que muchos historiadores se afanaban por buscarle la cientificidad a la historia.

Hayden Whyte, en su conferencia (dada en la UIA, el 19 del mes corriente), entre otras cosas, nos insto a no olvidar esa otra parte de la historia que no deja documentos, aquella que esta mas relacionada con las vivencias y la psique de un momento, persona, o sociedad determinada; aquella historia que no deja huella mas que en las conciencias, y desde la cual por ejemplo, uno le las peripecias de Napoleón, no tanto por su valor histórico o documental, sino por las imágenes que nos evocan sus “aventuras” y la manera en que las enfrentó.

Como es costumbre en mí, de partir de un tema para ligarlo a otro que parecería no tener relación, y así empezar a hablar de química orgánica, para acabar hablando de Shakespeare y la nula relación con su hija... tocare el tema sobre el que quiero reflexionar brevemente, y sobre el que Hayden Whyte y algunas de sus ideas en la conferencia me hicieron pensar, el tema de Tucídides, y la visión histórica que esgrimió.

Este historiador de la época ahora denominada como “clásica” en Grecia, tenia una visión histórica cercana a algunas de las ideas de Whyte (si se me perdona el anacronismo, ya que por obviedad nunca pudo conocerlo), ya que su historia tenía como objetivo no sólo conocer, informar y analizar el pasado en función del presente sino de despertar la imaginación y forjar un ideario colectivo del pasado, hacer un recuento de las hazañas pasadas desde las cuales crear no solo una identidad sino una historia que se contara e hiciera inmortales a sus personajes, a héroes como Perícles, a lugares como las ciudades de Atenas, y también a ideales como el de la democracia y el honor.

Actualmente la idea de relacionar a la historia con el pasado remoto es la que impera en el grueso de la población; no sabría decir si se debe al afán decimonónico de observar sólo las cosas que no tuvieran relación con quien las investigaba, para poder así tener una perspectiva “equilibrada”, “desligada de emociones” y “objetiva”. Si un historiador hoy trata de ver la historia de hace poco, digamos de hace 10 años o menos, no serán pocos los que lo tachen como estudioso de otras disciplinas como las ciencias sociales, la antropología, sociología y hasta politología; sin embargo para Tucídides, relatar hechos que habían sucedido hace mucho no tenia reelevancia precisamente porque nadie que los haya visto aun vivía.

Para Tucídides relatar la historia de las Guerras del Peloponeso, sucedidas apenas una generación antes a la suya era no sólo justificable, sino ideal para lograr saber “la verdad” de la fuente mas irrefutable que en esa época se consideraba: quien había “visto y oído” sobre los hechos en cuestión. Los relatos de ese tipo de fuentes tendrían en poder de “exaltar las pasiones” y crear entre los escuchas emociones, que también podrían lograr con historias “literarias” como la Iliada y la Odisea de Homero, que representaban ideales caros al griego, pero que no relacionaban con emociones propias.

Por lo tanto Tucídides escribía sobre las guerras del Peloponeso precisamente porque sólo en el momento en que las escribió podrían causar el efecto que deseo causaran: enaltecer el pasado, los ideales atenienses y sus héroes; ayudado de los recuerdos y sentimientos de quienes escucharan un historia de la que también fueron parte; por lo tanto, para Tucídides escribir historia estaba tan relacionado con el pasado como con el presente

La historia que se estudia con mayor ahínco en el presente también tiene mucha relación con el presente, al grado de que se ve a la historia como una producción de él, en retrospectiva al su pasado; pero lo que quiero denotar aquí es que si en Tucídides el pasado y el presente convivían en el ideal, sentimientos y recuerdos de muchos griegos, desde los estudiosos a aquellos que no tuvieran cultura pero que sí hayan vivido algún aspecto de los relatos que cuenta “La Guerra del Peloponeso” ; en el presente actual no se da esto, ya que “el disfrute histórico” casi solo se relega a aquellos que han decidido estudiar la historia a un nivel mas elevado que el de los “demás”.

A mi parecer Hayden Whyte, hace un llamado a nuestro presente, al que aun podemos desde respirar hasta sentir con nuestros sentidos, a que vivamos la realidad mas intensamente através de la historia, y no nos pide que la reconozcamos como literatura directamente, sino que reconozcamos la gran similitud que hay entre la historia y ella.

La literatura nos hace suspirar y vivir intensamente en nuestras imaginaciones; la historia como los historiadores queremos que sea entendida, la de los datos, fuentes, pies de página, las coyunturas y la presencia científica haya menores oídos precisamente por que ya no deja tanto espacio a la imaginación y sentimientos como la literatura.

No es difícil adivinar como la gente en general escucho con mucha atención a Tucídides al relatar este en su “historia” como su heroica cuidad lucho contra Esparta; ahora tenemos una cosa que el no tuvo para su auditoria: podemos no solo contar la historia sino darle al escucha las herramientas para que pueda pintar la raya entre sus sentimientos, su yo y el pasado, siempre con una forma de explicarse diferente a la actualidad, y aun así despertar en ellos esas imágenes evocadoras como las de Tucídides.

Yo extiendo aquí una invitación a que se recorra el camino de síntesis entre lo que ahora sigue siendo el estudio de la historia, una disciplina relegada a los eruditos, licenciados y maestro de historia, y una visión mas humanista y centrada en el humano que en la ciencia. Tal vez logremos hacer una historia cientifizante, sí, pero mas cercana al hombre; es un reto que no se si acabara con una síntesis pero ¿no vale la pena tratar de unir la ciencia y el sentimiento de una vez por todas?, ¿el humano no hace la realidad a su reflejo?, ¿el reflejo humano tendrá un lugar para la ciencia?, ¿la ciencia podrá ser “abierta” dentro de sus propios preceptos?; reflexiónemoslo.

No hay comentarios: